jueves, 23 de septiembre de 2010

Prisión domiciliaria para el asesino de José Luis Cabezas

 PRISION DOMICILIARIA PARA GUSTAVO PRELLEZO
Preso fuera del penal
El ex policía que organizó el crimen de José Luis Cabezas seguirá detenido en lo de su padre porque tiene una hernia. El fiscal Diego Escoda y los familiares del fotógrafo cuestionaron la medida.
Por Raúl Kollmann

El organizador del crimen de José Luis Cabezas, el ex policía Gustavo Prellezo, recibió ayer el beneficio de la prisión domiciliaria por una hernia de disco que debe ser tratada en forma diaria. Prellezo, que ahora tiene 51 años, será trasladado a la casa de su padre, en La Plata, vivienda que no podrá abandonar. El control se va a realizar con una tobillera. El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, pidió ayer mismo que la morigeración –resuelta por la Cámara Penal de esa ciudad– no se haga efectiva, pero es muy difícil que los magistrados den marcha atrás en la decisión tomada por la enfermedad y teniendo en cuenta que el ex oficial lleva 13 años preso. Prellezo fue condenado a reclusión perpetua porque fue quien llevó a los asesinos hasta Pinamar, los trasladó de regreso a La Plata después del crimen y participó en forma directa tanto del secuestro como del asesinato del fotógrafo.

Cabezas fue ejecutado con dos tiros en la nuca en enero de 1997. Según se determinó en el juicio oral, los asesinos fueron cuatro ladrones del barrio platense de Los Hornos, conocidos después como Los Horneros, y el entonces oficial de la Bonaerense Prellezo. Los ladrones confesaron y su versión quedó firme en el juicio, pese a una gran cantidad de contradicciones que exhibieron. De todas maneras, las pruebas respecto de Prellezo fueron lapidarias. Para la Justicia, el crimen fue una especie de encargo de Alfredo Yabrán, un poderoso y misterioso empresario menemista, que se suicidó el 20 de mayo de 1998. Toda la causa Cabezas estuvo rodeada de una furibunda pelea entre Carlos Menem y el gobernador bonaerense Eduardo Duhalde. Este le echaba la culpa al empresario menemista y Menem a la policía de Duhalde.

De la batahola política que se desarrolló alrededor del caso quedaron pocas cosas claras, pero una de ellas fue la participación de Prellezo. Su mano apareció en todas las fases de la operación: el traslado de Los Horneros a Pinamar, el alojamiento en un departamento que consiguió otro policía, la movida para mostrarles quién era Cabezas, el posterior secuestro, la ejecución en una cava cercana a Pinamar, la quema del cuerpo y la huida de Los Horneros hacia La Plata en el auto de Prellezo. Todo eso le valió la condena a reclusión perpetua, una figura que no le permite beneficiarse de la ley del dos por uno que regía en aquel momento. De acuerdo con la versión del Código Penal de entonces, Prellezo recién puede pedir la libertad condicional en 2017, cuando cumpla veinte años de prisión.

El ex oficial de la Bonaerense es asistido por una defensora oficial, María Verónica Olingui Huespi, que consiguió el fallo de los camaristas Susana Darling Yaltone y Fernando Sotelo. Es difícil que los magistrados revoquen la decisión y tampoco parece probable que Casación acepte una apelación. De todas maneras, la prisión domiciliaria levantará polvareda. Para los familiares de Cabezas, una hernia de disco de ninguna manera justifica que se le dé el beneficio. “Es tremendo que a un asesino se lo deje en libertad”, reaccionó ayer mismo Gladys Cabezas, hermana del fotógrafo.

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